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jueves, 3 de noviembre de 2016

Qué es la Terapia Cognitivo Conductual?

Qué es la Terapia Cognitivo Conductual?

La terapia Cognitivo-Conductual, también llamada Conductual, es una de las escuelas de Psicoterapia más antiguas. Hay dos características que la definen: su modelo de la naturaleza humana y su metodología. En esencia, consideramos que casi el 100% de nuestra forma de ser, de nuestra personalidad, es fruto de nuestras experiencias. Aunque nacemos con fuertes predisposiciones genéticas o biológicas, es el aprendizaje el que nos hace que estas potencialidades fragüen o cristalicen en una u otra dirección. Por todo ello la infancia es de gran importancia, pero también lo es la adolescencia y la adultez. Todos los periodos de nuestra vida son importantes porque posibilitan experiencias y aprendizajes y se va moldeando nuestra manera de ser.

A veces, tenemos experiencias que nos hacen aprender reacciones emocionales dañinas o dolorosas. Por ejemplo, si una persona tiene un accidente de tráfico y aunque no se hiere se asusta mucho, puede que la próxima vez que suba a un coche se sienta muy ansioso, con un gran miedo. Ha aprendido una fobia a conducir. Otras veces en realidad la mayoría, el proceso de aprendizaje es más lento. Por ejemplo, si a una persona se la educa en casa y en el colegio, sobrevalorando la importancia de caer bien a los demás, enseñandole que gustar es prioritario o que lo que piensen de él es crucial, puede que esa persona desarrolle una timidez patológica o fobia social.
En síntesis, de forma rápida y concreta, o progresivamente a lo largo de los años, nuestros problemas emocionales son fruto del aprendizaje. Cuando alguien sufre una depresión, un trastorno de la ansiedad o un problema de alimentación, no está loco, ni enfermo, ni es débil, sencillamente ha sido víctima de una serie de desafortunadas experiencias.

Un psicólogo Cognitivo-Conductual es un experto en aprender y desaprender. La terapia consiste en enseñar una serie de técnicas y estrategias psicológicas probadas científicamente para que la persona afronte su problema emocional y lo maneje hasta eliminarlo. El psicólogo es un entrenador y la terapia es un proceso de entrenamiento o reaprendizaje donde se elimina el resultado de malas experiencias.
Desde un punto de vista metodológico, la terapia Cognitivo-Conductual es una disciplina científica. La eficacia de las técnicas o la veracidad de los modelos, no se basan en escritos u opiniones más o menos brillantes o creativas, sino en datos experimentales. Cuando por ejemplo se afirma que la "Exposición in Vivo" es el tratamiento dde elección para la agorafobia, se dice así porque hay cientos de estudios que lo demuestran.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

La resiliencia



No te sientas incapaz por no cumplir unas expectativas genéricas y no caigas en la apatía. Recorre tu parcela interior volviendo a identificar a tus emociones y proporcionales estímulo. No quieras a la gente  por como son, quiérelos por cómo te hacen volver a ti cuando estas con ellos. No esperes que suceda... haz que suceda!!!
No midas tu vida en base a lo alcanzado y conseguido. Mídela en el número de sonrisas que provocaste y por la cantidad de amor recibido.  Desautoriza a tu negatividad y dale nuevos poderes a tu asertividad interior.  No tienes por qué saber todo de todo, solo lo justo para gestionar el momento en que te desenvuelves. No es necesario apagar la luz de otro para proyectar nuestra propia luz, es más, cuantos más seamos mas alumbraremos. Si algo tiene esta vida, es que no para darnos oportunidades y cada uno de los tropiezos, no son más que lecciones que necesitábamos aprender en vivo y en directo.
Habla con tus complejos y diles que lo mejor para los dos es que se vayan. Destierra ese sentimiento de culpa que nos distorsiona el día a día con reproches obsoletos y hazte abanderado de la "RESILIENCIA".  




La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecido y alcanzando un estado de excelencia profesional y personal. Desde la Neurociencia se considera que las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión. Esto les permite una sensación de control frente a los acontecimientos y mayor capacidad para afrontar retos.2
La resiliencia es el convencimiento que tiene un individuo o equipo en superar los obstáculos de manera exitosa sin pensar en la derrota a pesar de que los resultados estén en contra, al final surge un comportamiento ejemplar a destacar en situaciones de incertidumbre con resultados altamente positivos.3
Esa capacidad de resistencia se prueba en situaciones de fuerte y prolongado estrés, como por ejemplo el debido a la pérdida inesperada de un ser querido, al maltrato o abuso psíquico o físico, a prolongadas enfermedades temporales, al abandono afectivo, al fracaso, a las catástrofes naturales y a las pobrezas extremas.

lunes, 31 de octubre de 2016

CÓMO MANEJARNOS ANTE LA RABIA O LA IRA

CÓMO MANEJARNOS ANTE LA RABIA O LA IRA
Sentimos RABIA O IRA cuando creemos que algo se interpone entre nosotros y nuestros objetivos, o cuando consideramos que se ha cometido una injusticia.
Pero ¿es la rabia o la ira negativa? En realidad es positiva, ya que nos avisa de que algo debe cambiar y nos motiva a trascender aquello que nos produce malestar. Disminuye el miedo y nos aporta la energía necesaria para actuar. Por tanto, la rabia o ira en sí no es un problema, pero mal gestionada puede ser peligrosa ya que nos hace que actuemos de manera hostil y agresiva.

¿CÓMO PODEMOS MANEJARLA?
Lo mejor es prevenirla, por lo que antes de perder los nervios es mejor no dejar acumular lo que nos molesta, porque sino seremos como una olla exprés que va acumulando presión y corre el riesgo de explotar. Cuando ya nos ha desbordado la situación y nos sentimos invadidos por la ira, poco podemos hacer ya que la emoción es tan intensa que perdemos el control.
También es muy importante cuidar el descanso y las demás necesidades básicas. Cuando tenemos sueño o estamos hambrientos es mucho más fácil que nos saquen de nuestras casillas.
Procura bajar tu nivel de activación en algún momento a lo largo del día , puedes ayudarte de técnicas de respiración, meditación o cualquier actividad que te relaje como puede ser un buen baño.
En cuanto notemos las primeras señales de que podemos perder el control, lo mejor será alejarnos de lo que nos está alterando, antes de que podamos hacer o decir algo de lo que luego nos podamos arrepentir. No es una conducta de huida, más bien es una respuesta condicionada en pro de encontrar un momento mejor en el que abordar esa conversación de un modo más saludable.
Tampoco es conveniente darle vueltas a lo que nos ha enfadado, porque nos enfadaremos todavía más. Entramos en una especie de bucle negativo del que nos cuesta mucho salir. Dejemos de “rumiar”, es mucho mejor para la salud.
Después de cada episodio de ira es útil hacerse las siguientes preguntas:
¿Estoy ante una situación injusta? Si es así, busca el momento idóneo para comunicar tu malestar sin acudir a la violencia. A través de lo que se conoce con el nombre de Comunicación Asertiva, es decir, digo y pienso lo que digo sin entrar en conductas sumisas o agresivas.
¿Algo o alguien me impide conseguir mis objetivos? En este caso nos podemos plantear ¿son mis objetivos realistas? ¿son realmente lo que quiero? ¿tengo alguna manera alternativa de conseguirlos?. Reflexionar con uno mismo, te puedes ayudar de escribir en un papel si te es más fácil de manejar, siempre resulta un ejercicio ideal para ventilar emocionalmente todo lo que nos oprime interiormente.
El afrontamiento de la ira pasa por ver las cosas de manera distinta, adoptar el punto de vista del otro hará que lo comprendamos mejor y nos enfademos menos. Lo que se llama empatizar.
También nos puede ayudar dejar de interpretar las relaciones humanas en términos de ganar o perder, no entremos en una lucha de egos, ya que en la mayoría de las situaciones ganamos o perdemos todos.

Un pequeño ejercicio:
Ponte de pie con los ojos cerrados y con la cabeza mirando al suelo. En esta posición visualiza a través del pensamiento una situación que te haya producido rabia o ira. Dedícate un tiempo a focalizar qué sucedía en esa situación, cómo te hacía sentir. Presta atención a las sensaciones que experimentas, por lo general la respiración se acelera o entrecorta, y un malestar te invade, te sientes como incómod@. Ahora, siguiendo con los ojos cerrados, mira hacia el techo con la cabeza totalmente para arriba y el torso recto. ¿Qué ha sucedido? seguramente esa sensación de malestar se haya disipado, ¿verdad?. Fíjate que fácil es corregir un malestar con simplemente un cambio de postura corportal.

                                                       CIARA MOLINA
                                                     Psicóloga Emocional

domingo, 30 de octubre de 2016

ser feliz es mi color de identidad...

Mientras no me encontraba, anduve buscándome en los rostros de los demás y me intoxique de emociones que no eran mías. Me creí que tenia que se fuerte y descarte ser salvado. Perfeccione mi resinación para no dar cobertura a mi imanación y todo ello para nada. Me adoctrinadon en la competitividad y me aseguradon que sufrir es parte del camino.
Pero ya les digo que solo me encontré en mi mirada,.. solo crecí con mis emociones y cuando me supe abrazar reconocí el verdadero afecto. Desaprendí lo aprendido para reaprender lo necesario  y me deje arrastrar donde mi cuerpo y alma podían andar al desnudo. Todo ello sin mirar a un destino, para así poder abarcar todo el paisaje todo ello sin pretensiones de conseguir, solo por anhelo de querer vivir. Me libere de mi obsesión por criticarme parándole los pies a mi ego, quitándole el poder que un día yo mismo le di y deje de oír a los demás para  escuchar mi sentir. Deje de creer que todo era como me habían dicho y empecé a percibir que todo era como yo lo sentía. Elimine, anule y desterré a todos mis prejuicios y solo entonces me supe perdonar.


Después de tantos años de caminar aprendí que hay una sola religión, el amor, hay un solo lenguaje, el del corazón, hay una sola raza, la humanidad...
No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
de identidad...


                                                
                                                    Facundo Cabral 


Tú lo sabes mejor que nadie.
Lo que has vivido, lo que has pasado,
lo que has intentado, lo que has renunciado,
lo que has conocido, lo que te perdiste,
lo que te dijeron, lo que luego fue...

A veces cometemos la osadía
de mirarte sólo en tu presente
sin contar con toda tu historia pasada.
Y te juzgamos y nos equivocamos.

A veces tú te dejas llevar por la inercia
de mirarte sólo en tu pasado
sin valorar todas tus posibilidades presentes.
Y posiblemente también te equivoques.

Sigues con vida. La aventura continúa.

                                   Luis Bueno - Coaching Generativo