No te lo anuncié, pero me esperabas.
Ignoraba la fecha de mi vuelta y la descifraste.
Porque tú me conoces
como el planeta a su trayectoria,
como el actor al guión de su papel,
como la madre a la mirada del hijo.
Sin hablarlo, has llegado a sentir mis sentires.
Sin pensarlo, has entrado en mis pensares.
A veces siento que para conocerme más,
debiera dirigirme a ti, preguntarte a ti,
escucharte a ti. Callar y que tú me expliques.
Leer en ti el contenido de mi historia.
Porque tú sabías que yo volvería.
No cualquier día. No mañana o ayer.
Sino ahora. Tú lo sabías.
Y gracias a que me avisaste,
yo he conseguido llegar a tiempo.
Ahora ya estamos de nuevo juntos.
Tú y yo, y el tiempo transcurrido.
Yo reconozco tu mirada y tu sonrisa.
Tú reconoces mis palabras y silencios.
Pero los dos sabemos, que hemos cambiado.
Luis Bueno - Coaching Generativo
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