Cuando uno se mira a sí mismo, en su espejo interior y ve lo
que le gusta ver y siente lo que quiere sentir, tal vez quiera decir, que el
trayecto sea el acertado. No mires cuán lejos llagaste, observa cuantas almas cambiaste.
No mires cuanto conseguiste, valora a quien se quedo a tu lado. No te fijes en
quien te daño, ni lo uses de arma arrojadiza, ejercita tu nobleza, para
convertirte en ejemplo y no en mártir.
El tiempo es limitado y no nos llevaremos más que todo
aquello que almacenemos dentro de nosotros y no dejaremos más que aquello
sembremos en los corazones de quienes se nos cruzaron en el camino.
Ojala de niños nos enseñaran a luchar por ideales y no por
calificaciones. Así de mayores, lucharíamos por sueños y no por intereses.
Veo como salen de lo más profundo, cientos, miles, millones
de proyecciones de mí con hambre de vida, con ansia de crear, buscando arraigo,
generando ilusión dejándose moldear, por todo aquello que le estimula sintiéndose
parte de un todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario